HISTORIA DEL SERVICIO DE PREVENCION Y LUCHA CONTRA INCENDIOS FORESTALES (SPLIF) DE LA PROVINCIA DE RIO NEGRO


El Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), de la Provincia de Río Negro, nace por una necesidad lógica de protección de las masas forestales que posee la Provincia en la zona cordillerana, lugar con un importante caudal económico, fundamentalmente por la visita de miles de turistas que cada año disfrutan del marco paisajístico y también de la bondad del clima tanto en el verano como durante el invierno, con importantes centros de sky con nivel internacional, al igual que toda la estructura turística desarrollada,  y con un creciente asentamiento poblacional basado en sus dos importantes centros turísticos como lo son San Carlos de Bariloche y El Bolsón. Además se debe tener en cuenta que toda la vegetación que existe en la zona cordillerana provincial, es parte de un sistema natural de regulación de las aguas que en algunos casos, los ríos que nacen en dicha zona, generan un importante suministro eléctrico al País y en otros casos son parte de las cuencas compartidas entre los Océanos Pacífico y Atlántico.
Cuenta además, con la inserción en su territorio de uno de los Parques Nacionales más grandes e importantes del País como lo es el Parque Nacional Nahuel Huapi, que rodea en gran parte, junto al gran Lago que lleva su nombre, a una de las ciudades más grandes de la Provincia y más conocida en el Mundo, San Carlos de Bariloche, que por todo lo apuntado se posiciona como el centro turístico más importante de Sudamérica.
Al igual que Bariloche, El Bolsón cuenta con un entorno natural basado en toda la vegetación natural que la rodea, es por eso que la imperiosa necesidad de contar con un sistema de protección para dicha  vegetación fue siempre una  prioridad que el estado Provincial debía fijarse como tal, de esa manera y con el impulso de su gente, empleados y habitantes de la misma, empujados por acontecimientos generados por el fuego, “enemigo número uno de los bosques” tanto en Bariloche como El Bolsón, comienzan a desandar un camino de organización para la protección contra incendios. Así, con el afán de hacer frente a ese monstruo llamado fuego, se inician pequeñas organizaciones en forma conjunta entre varias Instituciones y organismos, en Bariloche y El Bolsón. En la primera, movida por los Bomberos Voluntarios, la Municipalidad y vecinos voluntarios, se iniciaron los primeros trabajos de extinción de los incendios forestales al comienzo de la década de los ochenta. De la misma manera y en la misma época en El Bolsón, tres Organismos (dos Provinciales y uno Nacional) se unen con el propósito de formar un sistema estatal que diera respuestas ante la creciente ola de incendios forestales o rurales que se estaban registrando. Así, el Servicio Forestal Andino dependiente de la Dirección de Bosques de la Provincia, el Departamento Bomberos de la Policía de Río Negro y el Instituto Forestal Nacional (IFONA), acuerdan proporcionar los recursos humanos y materiales que cada uno poseía en esa Localidad para formar el primer sistema de detección y alarma sobre incendios forestales. Cada uno aportó lo suyo, el IFONA el equipamiento para el combate, el Servicio Forestal Andino los vehículos y el Departamento Bomberos por intermedio del ex primer Cuerpo de Bomberos El Bolsón, el personal y la sede de la central de alarma.
El crecimiento demográfico que en dicha década se registró en ambas ciudades y el aumento considerable del turismo que visitaba la zona, tanto urbana como rural, comenzó a ser un problema importante para la prevención y lucha contra los Incendios, ya que aumentó la ocurrencia de dichos siniestros, haciendo imposible que con el sistema existente se pudieran mantener los mismos bajo control sin que se produjera un gran incendio en la zona. En este contexto es que se produce un gran incendio, no en el territorio de Río Negro si no en la vecina localidad de Lago Puelo (Provincia de Chubut), en el Cerro Currumahuida, verano de 1984, que por la cercanía con El Bolsón y la falta de un organismo en dicho lugar, todos los recursos para el combate de dicho incendio se recibieron y se organizaron en el centro de operaciones de El Bolsón, de donde además salía toda la información periodística y los requerimientos para dicha emergencia.
Este hecho lleva a observar que en el sistema organizado existe la necesidad de contar con mayores recursos y presupuesto, que dé lugar a un crecimiento acorde conforme a las situaciones que se planteaban año tras año con motivo de los siniestros que afectaban a la zona en esa época.
Pese al aporte de la Nación que durante varios años contrató aviones hidrantes a Canadá, el crecimiento en el sistema terrestre no se manifestaba en los hechos y las criticas de parte de la gente comenzó  ha ser más importante, aún cuando se reconocía el esfuerzo del reducido grupo de personas que organizaban y conducían dicho sistema de protección.
En el verano de 1986 nuevamente el cerro Currumahuida es presa del fuego, pero esta vez en forma simultánea  a ese siniestro se produce un incendio forestal importante en el limite interprovincial (Paralelo 42º), ingresando desde Chubut a la zona del cerro Azul en la Provincia de Río Negro, es aquí donde se puede observar la falta de un organismo propio y estructurado con la particularidad de poder dar respuesta a las pequeñas situaciones pero también adecuarse a las circunstancias que genera un siniestro de mayor envergadura
A esta altura se disuelve el organismo nacional IFONA.
Los hechos del 86 se enmarcan en un desorden político – operativo tan importante que se solicitan recursos en forma desordenada en cantidad y en calidad, pero lo más importante de las falencias se notaba en la falta de una organización, ya que en esta oportunidad se generaron gastos innecesarios por provisión de recursos humanos y elementos de combate no de la especialidad que se necesitaban, traídos a El Bolsón por propia iniciativa de quien quería colaborar en la extinción y no se encontró efectividad en el terreno del combate. Pero esto no era una situación planteada en nuestra provincia solamente, si no que no existía en el País un sistema en quién apoyarse que pudiera suministrar experiencias suficientes en organización para poder volcar las mismas en esta Provincia. 
Ante las situaciones planteadas por las emergencias creadas por estos incendios que afectaron a la flora y fauna de nuestro territorio Provincial, pero que además perturbaba el normal desenvolvimiento turístico de la zona, es que el Ministerio de Recursos Naturales proyecta y pone en vigencia una Ley 2160 de creación del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales, que vino a oficializar el funcionamiento que se inició en los años 80, pero al no contar con el presupuesto necesario las cosas siempre se solucionaron con pequeños aportes económicos  del Estado Provincial, convenios con otros Organismos (Bomberos de la Policía) y el voluntarismo de las personas que pusieron su granito de arena y de esta manera se pudo salir adelante.
Se crea la Central de El Bolsón y también la correspondiente a la Ciudad de Bariloche, pero el emprendimiento se circunscribía a la  pequeña organización operativa para hacer frente a lo conocido como ataque inicial, limitada por la falta de presupuesto y recursos humanos propios
Así transcurrieron varios años hasta llegar al incendio del Cerro Catedral en Bariloche, en el verano de 1996, con toda la trascendencia que ello implica por ser afectado un centro turístico invernal tan conocido en el Mundo. Esto hecho se convirtió en una bisagra en la historia de este Servicio, pero también para el País ya que, por la mencionada trascendencia, logra tener el peso suficiente como para generar un movimiento tal en la gente y por ende en los Poderes Políticos Nacionales y Provinciales, que logra cambiar el pensamiento y la actitud de ambos, creando para ello el Plan Nacional de Manejo del Fuego y en nuestra provincia se deroga la Ley 2160 con la puesta en vigencia de una nueva Ley, la 2966 que le dio fuerza para marcar un crecimiento acorde a la necesidad de protección de nuestros bosques, fijando las facultades y obligaciones a un organismo provincial, que de hecho lo estaba haciendo por simple responsabilidad Constitucional Provincial, reglamentando cada una de las actividades a cumplir.
En este nuevo marco aún existía un marcado alejamiento con otros Organismos e Instituciones del medio que pretendían actuar por su cuenta, haciendo difícil el manejo operativo que debía realizar el Organismo responsable de la Jurisdicción, que en muchos casos fue desconocido como tal, creándose un desorden cada vez que se debía actuar en grandes emergencias, un hecho que demostró tal manejo fue lo ocurrido en la temporada 98–99, cuando los incendios afectaron 44.000 hectáreas alrededor de Bariloche y mucho tuvo que ver el mencionado desorden además de los efectos climáticos de ese verano.
Es entonces cuando, una vez mas, la gente del lugar reaccionó en forma organizada y por intermedio de las Instituciones, Organismos y ONGs, en este caso de Bariloche, mediante asambleas y reuniones múltiples en conjunto con los Poderes Provinciales y Municipales, concensuaron crear el cargo de Coordinador Institucional, para conducir y coordinar todas las operaciones de prevención y combate de los incendios forestales dentro del territorio Provincial, como también en el ejido municipal de Bariloche, como responsable Constitucional.
Desde entonces la tarea conjunta con las Asociaciones de Bomberos Voluntarios, los Organismos Nacionales, Provinciales y Municipales existentes en la zona forman un sistema mixto de operación organizada, cumpliendo cada uno un rol asignado cuando se trata de un incendio de los denominados de Interfase y de la misma manera cuando se trata de un incendio netamente forestal.
Una constante capacitación en conjunto y una permanente comunicación diaria hace que dicho sistema este en un constante crecimiento, quedando demostrado en la actualidad que si bien ha crecido considerablemente el número de ocurrencia de incendios en la zona cercana a la ciudad de Bariloche (1500 incendios en lo que va de la Temporada 2003-2004) la superficie afectada a decrecido de la misma manera.
El funcionamiento del presente sistema de protección contra Incendios Forestales y de Interfase es monitoreado permanentemente por las Organizaciones No Gubernamentales que fueron quienes más criticaron en su momento y que acompañaron dicho proceso hasta la fecha.